La nave espacial Europa Clipper ha alcanzado un hito crucial y está programada para despegar el próximo mes, con el objetivo de explorar y evaluar la posibilidad de habitabilidad en una de las lunas de Júpiter, anunció la NASA. La ventana de lanzamiento se abrirá el 10 de octubre.
El Europa Clipper ha superado el Punto de Decisión Clave E, una etapa esencial en la planificación que determina si la misión puede proceder según lo previsto. Esta aprobación representa un alivio significativo para el equipo de la misión, especialmente después de que se identificara un posible problema con los transistores de la nave en mayo.
Estos transistores, fundamentales para el control eléctrico de la nave, estaban en riesgo debido a las intensas condiciones de radiación alrededor de Júpiter. A lo largo de cuatro meses, el equipo llevó a cabo rigurosas pruebas en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland, y el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland. Las pruebas confirmaron que los transistores pueden resistir el ambiente hostil de radiación sin necesidad de retrasar el lanzamiento previsto.
El Europa Clipper, equipado con 10 instrumentos científicos, está diseñado para realizar hasta 49 sobrevuelos de Europa y 80 órbitas alrededor de Júpiter durante una misión de cuatro años. Su objetivo es determinar si esta luna cubierta de hielo, con un océano subterráneo, podría albergar vida.
El lanzamiento del Europa Clipper fue aprobado sin cambios en el plan de misión, los objetivos o la trayectoria. “Hemos superado la última gran revisión antes del lanzamiento, y estamos encantados de continuar adelante con el proyecto”, comentó Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
El equipo de la misión había enfrentado preocupaciones sobre la resistencia de los transistores a la radiación intensa del campo magnético de Júpiter, que es 20,000 veces más fuerte que el de la Tierra. Las partículas cargadas en este entorno generan radiación intensa que puede dañar los componentes electrónicos.
Jordan Evans, director del proyecto Europa Clipper en el JPL, explicó que, aunque Europa está en el borde del cinturón de radiación más fuerte, los transistores han demostrado ser capaces de autorrepararse entre sobrevuelos. Un monitor de radiación en la nave permitirá al equipo seguir de cerca el estado de los transistores durante la misión.
Curt Niebur, científico del programa Europa Clipper, destacó la importancia de la misión: “Estamos explorando un mundo que podría ser habitable hoy, no hace miles de millones de años. Esta es una oportunidad única para investigar un tipo de mundo oceánico completamente nuevo”.
La misión Europa Clipper será crucial para determinar los lugares más prometedores para futuras misiones de seguimiento. Laurie Leshin, directora del JPL, subrayó que si Europa se revela como habitable, se abrirá un nuevo paradigma en la búsqueda de vida en la galaxia.
“El descubrimiento de que Europa puede albergar vida significaría que hay al menos dos lugares en nuestro sistema solar con todos los ingredientes necesarios para la vida. Esto ampliaría enormemente nuestra búsqueda en otros sistemas estelares”, concluyó Niebur.